Almazán es una localidad y municipio situado en la provincia de Soria, en la comunidad autónoma de Castilla y León, España. Su historia se remonta a la antigüedad, y ha sido testigo de diversos acontecimientos a lo largo de los siglos.
En épocas prehistóricas, la zona estuvo habitada por poblaciones celtíberas, y posteriormente fue conquistada por los romanos en el siglo II a.C., quienes dejaron su huella en forma de restos arqueológicos y caminos que cruzaban la región.
Durante la época visigoda, Almazán fue parte del reino visigodo, hasta la invasión musulmana de la península ibérica en el año 711, cuando pasó a formar parte del territorio conocido como Al-Ándalus.
En el siglo XI, durante la Reconquista, Almazán fue reconquistada por los cristianos, y se estableció como una villa fortificada bajo el control de diferentes señoríos y órdenes religiosas, como la Orden de Calatrava y la Orden de San Juan.
A lo largo de la historia, Almazán experimentó periodos de crecimiento y prosperidad, pero también sufrió devastación durante las guerras y conflictos que afectaron a la región.
Mediado el siglo X el califa Abderramán III instala su cuartel general en Medinaceli, siendo Almazán fortificado en esa época al constituir un importante objetivo en su avanzada.
Alfonso VI quien ganó definitivamente a los musulmanes, en 1098.
En 1158 el rey Sancho el Deseado, firma en Almazán la orden de donación de la plaza de Calatrava a los monjes cistercienses Fray Raimundo de Citero y Fray Diego Velázquez, quienes asumieron su defensa contra los almohades. Consecuencia de esta cesión fue creada la Orden de Caballería de Calatrava, que tuvo lugar en Almazán en 1158, según consta en la carta de fundación de dicha Orden.
En 1121, Almazán pasa a depender del Obispado de Sigüenza.
En 1128, Alfonso el Batallador de Aragón, en un nuevo proceso de repoblación, le asigna el nombre de Placencia. Esa denominación no llegó a prosperar imponiendo el nombre que ha llegado hasta hoy, cuyo topónimo árabe significa "el fortificado".
Hoy en día, Almazán es un municipio con un rico patrimonio histórico y cultural, con monumentos notables como la Iglesia de San Miguel, la Iglesia de Nuestra Señora del Campanario y las murallas medievales. Además, la localidad conserva tradiciones y festividades que reflejan su pasado histórico y cultural.